martes, 30 de octubre de 2012

Dan II


Llevábamos la tenida casual de nuestras salidas a "donde siempre". Lo que para los mortales se podría traducir como: Fumar y beber en nuestro lugar en el extenso parque.

Con Dan podíamos hablar absolutamente de todo, no existían tabús  sólo verdades cargadas de ironía y risas escandalosas. Entre las secciones al azar, la favorita era hablar de nuestras series y aburrir a la gente con eso, o a esos mismos usarlos de diversión nocturna desmoronando todas sus creencias y planes futuros. Nos odiaban.
Tal grado de conexión (como pesan los más de 11 años de amistad)  traía consigo que la mitad del tiempo hablábamos al unisono o finalizábamos las frases del otro. Nos reíamos, a veces irritaba.

Esa noche sólo eramos él y yo. Juntos nos fumábamos fácil una cajetilla de 20 y se bebía tanto como el dinero nos daba su consentimiento para hacerlo.
- Sabes por qué nos parecemos tanto??.- levantó la botella- Somos un par de almas viejas, lo sé.- Dijo bebiendo otro sorbo de cerveza sin quitarme los ojos de encima.
- Cállate. - Respondí, correspondiendo su mirada entre el humo de mi cigarrillo.

Ninguno es de contacto físico y menos de expresar amor diciendo "Te quiero".Esto era lo más cercano en nosotros para decir que sin el otro estaríamos incompletos toda la eternidad.

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