Sin haberlo notado (del todo) he estado viviendo estos años, entre paréntesis, entre un punto y una coma.
Espero que estas sean las últimas palabras que te escriba, la última vez que me inspires- vil mentira- porque esta vez el agujero maldito que está en mi pecho nos tragará a ambos, al menos en esta vida.
Podría llamarse amor, podría ser miedo, podría ser cualquier sentimiento/emoción que existiese, pero no tiene un nombre, no entra en ningún grupo de letras y sonidos, no lo sé - pensé. "No puedo hacerme cargo de lo que sientes"- respondiste.
Y aquí continuo escribiendo, respirando a ratos entre tu amor y no amor, aunque prefiero decir(me) que no me quieres y nunca lo hiciste a seguir viviendo entre las lineas de haberte tenido y perdido un montón de veces, como ahora mismo.
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