Jake solía llamarme ebrio a las cinco de la mañana y aunque no entendía bien lo que decía/gritaba, hasta que me dormía de nuevo escuchaba de él (repetidamente) un(os) "Te quiero".
Otras veces, sólo eran "llamadas perdidas", pero eran suficiente para saber que seguía pensando en mí y que seguía merodeando en mi vida. Cuando me escudaba en valor, lo llamaba y sólo reíamos- de esas risitas nerviosas pero agradables-.
Él volvió a llamar en la noche de ayer, debo suponer que estaba ebrio, -de otra manera no me llamaría-. Jake ya no dice que me quiere, ni sonríe nerviosa(agradable)mente. " Ven" "Vas a venir, o no?" "No se escucha nada".
Creo que Jake dejó de pensar en mí, de lo contrario se hubiese percatado que era peligroso salir a estas horas a solas. Cortó el teléfono.
Dejé mi celular en la mesita al lado de mi cama, tomaba café
Santiago Almarza Jan 4, 2012 07:10 AM
ResponderEliminarQuien no ha jugado a ser Jake alguna vez.