Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella...
Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre.Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán,siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejareis de intentarlo…Os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando.
Pero os aseguro que no pasaréis una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más... Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto, os ha venido su nombre a la cabeza.
Os librareis de él o de ella, dejareis de sufrir,conseguiréis encontrar la paz (le sustituiréis por la calma), pero os aseguro que no pasará un día en que deseéis que estuviera aquí para perturbaros. Porque,a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas,que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.
E C A I L L E S DE L U N E
domingo, 30 de junio de 2013
domingo, 19 de mayo de 2013
Era un viernes por la mañana, llegaba tarde para variar a clases de comunicación escrita. Estabas sentado solo en las primeras filas, la verdad no te había visto antes - aunque ya se cumplían unas semanas de clases pero sí prestaba atención cuando decían tu nombre en la lista sin saber que eras tú- me gustaron tus ojos y no dudé en sentarme en la silla de al lado. No fue hasta que el profesor nos hizo trabajar en duplas que nos hablamos, sonreímos nerviosos. No sabría decir si me gustaste desde el primer momento, pero que fueras tan tímido, que apenas podías mirarme a los ojos, tus movimientos algo titubeantes y que te sonrojaras cuando yo lo hacía, son cosas que probablemente nunca olvidaré.
Debo dejar de escribir de ti.
Cuando llegué a casa y te vi conectado, abrí tu ventana y escribí "hola" pero no lo envié pensaba si era culpa de mi ansiedad querer hablarte enseguida, e instantáneamente recibí un "hola" de tu parte, algo cómico ahora sabiendo que te ocurrió lo mismo. Viendo tus fotos descubrí que tenías novia, pero eso no me importó, quería que formaras parte de mi vida como fuese.
viernes, 17 de mayo de 2013
Y termina la semana, no te escribo porque bueno estás con ella de seguro, así que espero a que me hables primero, un "Buenas noches" a escondidas de ella.
Nunca tomo la iniciativa tampoco; no te busco, no te abrazo si no me lo pides, no te beso si tú no te inclinas y me lo robas. Y no susurro que te quiero a menos que se te escape a ti sonriendo.
Lo cierto es que no soy tan estúpida como parece, sé que esas caricias al rincón de la sala, esos besos con sabor a culpa, los "Te quiero y te lo diré cuantas veces haga falta" no significan nada si llegado el fin de semana te marchas con ella.
Y espero que pienses en mi y me extrañes, hasta que sea lunes y este santo pecado continúe. Y yo te espero, porque eso hacen las amantes, esperan.
Nunca tomo la iniciativa tampoco; no te busco, no te abrazo si no me lo pides, no te beso si tú no te inclinas y me lo robas. Y no susurro que te quiero a menos que se te escape a ti sonriendo.
Lo cierto es que no soy tan estúpida como parece, sé que esas caricias al rincón de la sala, esos besos con sabor a culpa, los "Te quiero y te lo diré cuantas veces haga falta" no significan nada si llegado el fin de semana te marchas con ella.
Y espero que pienses en mi y me extrañes, hasta que sea lunes y este santo pecado continúe. Y yo te espero, porque eso hacen las amantes, esperan.
domingo, 5 de mayo de 2013
- Son las 1 de la mañana, no sé cuanto rato llevo tratando de hacerte entender…Es por las buenas o por las malas tú decides, pero de que me voy me voy
-Qué tengo que hacer para que entiendas que quiero estar a tu lado mucho tiempo mas?. Y cambiar esa tristeza tuya por muchas alegrías juntos. No te abandonare eso decido.
- Siempre he sido una persona triste, una tristeza más o menos, da igual. No hay nada que puedas hacer, déjame sola…
- Puedo hacer más de lo que crees, soy capaz de muchas cosas por hacerte cambiar esa idea tuya sabes!. Sí podemos, pero juntos… Dame la oportunidad de intentarlo.
lunes, 1 de abril de 2013
viernes, 22 de marzo de 2013
Jugueteaba con/en el agua del río cristalino y frío. Me sumergía durante horas penetrantes y oscuras bajo el río desafiando la muerte, pensando.
Tengo una tristeza de verano, un otoño encerrado y un invierno muerto.
El vacío sólo es llenado con ira y miedo, otro sentir no es bienvenido. Todo me asfixiaba, todo es demasiado.
Sabía que la soledad era el precio y siempre me vi como una mujer libre, sin origen ni raíces en ninguna parte. Demasiado egoísta para importarme algo/alguien más.
Miseria, es como si ya hubiese leído mi destino a escondida de los Dioses y estoy irremediablemente jodida.
Esperaba la luz que venía a mi encuentro todos los días cayendo la tarde. El muchacho del invierno eterno que me sacaba de mi estado y corríamos por los bosques que bañaba en nieve para mí, hasta a cobijarnos entre el pasto mojado. Pero esa tarde no llegó, tampoco la siguiente, ni la siguiente a esa. Mi desesperación sólo hizo que me hundiera más y llegara al punto sin retorno, quería morir. Un aullido familiar y taciturno me desequilibró, tragué agua y salí a flote. Caminé por los lugares que frecuentaba invocando a mi encuentro los gloriosos recuerdos, reía y tosía sola.
Entre los más viejos y altos árboles una silueta colgaba,
“¿Recuerdas cuando nos conocimos?”. Musitaba apenas, acariciando con cautela sus cabellos largos y arreglando otros enredados con la gruesa soga que lo sostenía. Mis manos pequeñas se perdían entre la tristeza de su rostro marcado e intentaban cargar de ella sin éxito, suspiré y hundí mi cara en su pecho, como lo hacía siempre, pero ya no había calidez ni los latidos que se precipitaban en un frenesí cuando me aproximaba demasiado, nada quedaba ahí para mí.
Tal vez no soportó ver cómo me ahogaba por tanto tiempo hasta herirlo lo suficiente, tal vez sus propios demonios lo traicionaron sentenciándolo a muerte. No importó cuando le había advertido y bromeáramos sobre el tema, Arión decidió continuamente quedarse y yo continuamente huir.
Quería llevar su cuerpo conmigo y en el agua desaparecer juntos, pero a mi derecha un gran Lobo, a centímetros de mi gruñó desafiante y herido, me aturdió hasta paralizarme. El mismo lobo que una vez lamió mi mano, ahora mostraba sus dientes…
Retrocedí a pasos lentos y torpes, el Lobo giró hacía Arión bajando sus orejas y metió su cabeza entre una de las manos largas que tendía. Lloré y regresé con la soledad y mi libertad preciada hasta que el agua me atravesara al fin.
Tengo una tristeza de verano, un otoño encerrado y un invierno muerto.
El vacío sólo es llenado con ira y miedo, otro sentir no es bienvenido. Todo me asfixiaba, todo es demasiado.
Sabía que la soledad era el precio y siempre me vi como una mujer libre, sin origen ni raíces en ninguna parte. Demasiado egoísta para importarme algo/alguien más.
Miseria, es como si ya hubiese leído mi destino a escondida de los Dioses y estoy irremediablemente jodida.
Esperaba la luz que venía a mi encuentro todos los días cayendo la tarde. El muchacho del invierno eterno que me sacaba de mi estado y corríamos por los bosques que bañaba en nieve para mí, hasta a cobijarnos entre el pasto mojado. Pero esa tarde no llegó, tampoco la siguiente, ni la siguiente a esa. Mi desesperación sólo hizo que me hundiera más y llegara al punto sin retorno, quería morir. Un aullido familiar y taciturno me desequilibró, tragué agua y salí a flote. Caminé por los lugares que frecuentaba invocando a mi encuentro los gloriosos recuerdos, reía y tosía sola.
Entre los más viejos y altos árboles una silueta colgaba,
“¿Recuerdas cuando nos conocimos?”. Musitaba apenas, acariciando con cautela sus cabellos largos y arreglando otros enredados con la gruesa soga que lo sostenía. Mis manos pequeñas se perdían entre la tristeza de su rostro marcado e intentaban cargar de ella sin éxito, suspiré y hundí mi cara en su pecho, como lo hacía siempre, pero ya no había calidez ni los latidos que se precipitaban en un frenesí cuando me aproximaba demasiado, nada quedaba ahí para mí.
Tal vez no soportó ver cómo me ahogaba por tanto tiempo hasta herirlo lo suficiente, tal vez sus propios demonios lo traicionaron sentenciándolo a muerte. No importó cuando le había advertido y bromeáramos sobre el tema, Arión decidió continuamente quedarse y yo continuamente huir.
Quería llevar su cuerpo conmigo y en el agua desaparecer juntos, pero a mi derecha un gran Lobo, a centímetros de mi gruñó desafiante y herido, me aturdió hasta paralizarme. El mismo lobo que una vez lamió mi mano, ahora mostraba sus dientes…
Retrocedí a pasos lentos y torpes, el Lobo giró hacía Arión bajando sus orejas y metió su cabeza entre una de las manos largas que tendía. Lloré y regresé con la soledad y mi libertad preciada hasta que el agua me atravesara al fin.
viernes, 1 de febrero de 2013
Cómo explicar con las palabras exactas un sentir, algo que no tiene ojos, no se toca, pero sabes que está ahí, esperando un descuido, traspasar un portal para convertirse en compañía. Hay algo de vida al fin y al cabo en mi pecho, los latidos muertos e inertes cobran fuerzas sólo para agobiarme, dejándome ciega y sin respirar. Si intento acercarme lo suficiente caigo de rodillas y aprieto mis dientes, muerdo mis labios hasta desangrarlos un poco. Es un sabor metálico el que me embriaga y me invita a dormir.
jueves, 24 de enero de 2013
Ella bruscamente dio la espalda. Mientras buscaba el sitio más cómodo entre el colchón, sintió cómo unos ligeros dedos acariciaban su piel. Fue entonces cuando reclamó - ¡¿que haces?! – desde el otro lado él reía casi complacido – pues, tocar tu piel ¿qué más? – y atacó con pequeños besos el hombro de Selene. Pronto ella se unió a las risas, no solamente porque fuera una cosquillosa de tomo y lomo, si no más bien, porque la sensación era perfecta –tonto – susurro suavemente. Las manos firmes de Arión, tomaron de sorpresa las caderas de Selene, mientras ella cerraba los ojos cuidadosamente, dejándose llevar – poder tocarte me da escalofríos – afirmó Arión y ella sintió estremecer cada centímetro de su cuerpo. Selene trato de escapar de un pensamiento comprometedor, tomo bastante aire y preguntó – mañana tendré veintidós, ¿me querrás, aunque sea una vieja gruñona? – Arión pensó un instante y quiso que aquel momento no terminara nunca, rodeo el cuerpo de Selene con sus largos y delgados brazos mientras intentaba buscar también sus ojos y respondió de forma tranquila – sabes que te seguiré queriendo, pequeña gruñona – en ese momento su sonrisa arqueada apareció, lo que causó que Selene volteara sonrojada y enterrara su cara en el pecho de Arión.
Dedicado para aquella mujer que inspira mi nuevo camino
Escrito que me obsequió Felipe para mi cumpleaños 22.
lunes, 12 de noviembre de 2012
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